miércoles, 8 de agosto de 2012

Las fuentes históricas que hablan sobre Jesús de Nazaret



Para Yehoshúa Zajor Tzadok (aunque sea obvio que este no es su nombre), un absoluto desconocedor de cómo se investiga la Historia.

Muchacho, para que un evento pueda ser considerado HISTÓRICO debe estar verificado en, por lo menos, TRES DOCUMENTOS INDEPENDIENTES el uno del otro.

Aparte del Nuevo Testamento, NO TENEMOS NINGÚN OTRO DOCUMENTO INDEPENDIENTE QUE HABLE DE JESÚS. Lo que tenemos, es esto:


El Testimonium Flavianum

Es falso. Los investigadores imparciales y serios están de acuerdo con eso. En primer lugar, lo sabemos porque se han recuperado CUATRO VERSIONES TOTALMENTE DIFERENTES de este párrafo. La clásica dice lo siguiente:

Apareció en este tiempo Jesús, un hombre sabio, si en verdad se le puede llamar hombre. Fue autor de hechos sorprendentes; maestro de personas que reciben la verdad con placer. Muchos, tanto judíos como griegos, le siguieron. Este era el Cristo (el Mesías). Algunos de nuestros hombres más eminentes le acusaron ante Pilato. Este lo condenó a la cruz. Sin embargo, quienes antes lo habían amado, no dejaron de quererlo. Se les apareció resucitado al tercer día, como lo habían anunciado los divinos profetas que habían predicho de él ésta y otras mil cosas maravillosas. Y hasta hoy, la tribu de los cristianos, que le debe este nombre, no ha desaparecido.

La más divergente es la conocida como “versión árabe”, del obispo Agapios de Hierápolis:

En este tiempo existió un hombre de nombre Jesús. Su conducta era buena y era considerado virtuoso. Muchos judíos y gente de otras naciones se convirtieron en discípulos suyos. Los convertidos en sus discípulos no lo abandonaron. Relataron que se les había aparecido tres días después de su crucifixión y que estaba vivo. Según esto fue quizá el mesías de quien los profetas habían contado maravillas.

Como puedes ver, son bastante diferentes. Eso, a cualquiera que sepa un poco de cómo se investiga la Historia, le dice que hay algo mal con este párrafo. Más aún: cualquiera que sepa un poco de cómo evolucionan los documentos en la Historia, sabe que en casos así, la versión más reducida y simple es la más próxima al original. Por lo tanto, DE ENTRADA, podemos decir que la versión clásica del Testimonium Flavianum -la que tú usas- ES FALSA.

Ahora bien, ¿significa que todo el párrafo puede ser falso? Muchos investigadores así lo consideran. Que todo el párrafo es un agregado de manos cristianas, y que Flavio Josefo NUNCA ESCRIBIÓ ese párrafo sobre Jesús.

La razón es simple: el párrafo dice -tanto en la versión clásica como en la de Agapios- que se creía que había aparecido vivo tres días después de su crucifixión, y que esto podría ser según lo profetizado previamente.

En la Biblia Hebrea JAMÁS SE HABLA DE ALGUIEN QUE TENGA QUE RESUCITAR AL TERCER DÍA. Esa es una idea COMPLETAMENTE CRISTIANA.

Por lo tanto, está claro que quien escribió este párrafo ESTABA EDUCADO YA EN EL CRISTIANISMO Y CON EL NUEVO TESTAMENTO. Las Escrituras Hebreas NUNCA PROFETIZARON nada semejante, y por eso ES IMPOSIBLE QUE UN JUDÍO HUBIERA ESCRITO ESO.

Tan simple: tu párrafo es falso. Algún buen cristiano se lo agregó a Flavio Josefo, y allí se consumó UN FRAUDE literario.


Tácito

Parece que no sabes distinguir entre lo que es una fuente histórica y lo que es una rudimentaria explicación. Tácito nunca asegura que Jesús haya existido. Sólo explica la creencia de los cristianos en un ejecutado en tiempos de Tiberio (¿sabías que en ese tiempo fueron ejecutados miles de judíos? Parece que no). Por eso, da risa que digas que “se aportan datos preciosísimos sobre la muerte de Cristo”. ¿Cuál “dato preciosísimo”, si SÓLO DICE QUE LO MATARON EN TIEMPOS DE TIBERIO?

La referencia de Tácito NO SIRVE como evidencia documental, porque se escribió hacia los años 116 o 117. Por eso, NO ES UNA DESCRIPCIÓN DE LA VIDA DE JESÚS, sino de las creencias de los cristianos.

Se nota, a leguas, que nunca has estudiado criterios históricos.

La cronología de Jesús: los datos inconsistentes del Nuevo Testamento

Hay una serie de datos en los evangelios que hacen IMPOSIBLE que los podamos considerar una fuente histórica fiable.

El primero tiene que ver con la posible fecha de nacimiento de Jesús. Olvidemos el Calendario Gregoriano, que ya sabemos que mantiene el error del Calendaria Juliano. Vamos con los datos fríos.

Mateo dice que Jesús nació en “tiempos del rey Herodes”, pero Lucas dice que nació en tiempos del censo ordenado por Quirino. Respecto a los dos personajes, tenemos fechas perfectamente comprobadas: Herodes murió en el año 4 AEC, y el Censo de Quirino se aplicó en el año 6 EC. Es decir, Mateo dice que Jesús nació hacia el año 5 AEC (o un poco antes), y Lucas dice que nació en el año 6 EC.

El error de Lucas va más lejos: dice que Jesús empezó su ministerio como de 30 años, pero eso nos lanzaría al año 36 EC, justo cuando Pilato fue retirado de Judea. Si el ministerio de Jesús duró UN AÑO (tal y como Mateo, Marcos y Lucas lo plantean), Jesús no hubiera podido ser juzgado por Pilato.

En cambio, Lucas dice que Juan el Bautista empezó a bautizar en el año quince del reinado de Tiberio, que empezó a gobernar en el año 14 EC. Por lo tanto, el año 15 de Tiberio es el año 29 EC. En ese momento, Jesús tendría unos 23 años de acuerdo a la fecha del propio Lucas respecto a su nacimiento.

¿Te das cuenta como es un relato totalmente inconsistente?

Hay otra diferencia terrible entre los relatos de Mateo y Lucas: la genealogía de Jesús. Mateo da una, Lucas otra. Han querido resolver esta contradicción evidente diciendo que la genealogía de Lucas es la genealogía de María, pero eso es una tontería. Jamás en el Judaísmo se citaron las genealogías de las mujeres. Peor aún: para justificar esto, dicen que aunque allí diga que Yosef era hijo de Elí, “hijo” también se puede entender como “yerno”. En ese caso, en Mateo y en Lucas nunca vamos a saber quienes son hijos y quienes son yernos, porque “hijo” también puede ser “yerno”. Es una tontería.

Pero el error realmente grave es este: Mateo recalca que entre David y Jesús hubo dos períodos de 14 generaciones cada uno, es decir, 28 generaciones. En cambio, en Lucas encontramos que entre David y Jesús hay 42 generaciones, lo que equivale a una diferencia de 14 generaciones entre las dos genealogías. A un modesto promedio de 20 años por generación, la diferencia es de 280 años. Pero Mateo habla de 28 generaciones en un lapso de casi 1000 años (David vivió hacia el año 1000 AEC), lo que equivale a un promedio de casi 35.7 años por generación. Si aplicamos ese promedio, entonces la diferencia entre ambas genealogías es de 500 años entre la genealogía de Mateo y la de Lucas.

Incompatibles. Contradictorias. Imposibles de considerar una fuente histórica confiable.

Hay un tercer error severo en los relatos sobre el nacimiento e infancia de Jesús.

Mateo da por hecho que José y María VIVEN EN BELÉN. Jamás menciona que vivieran en otro lado ni que se tuvieran que trasladar a Belén por causa de ningún censo. En cambio, dice que si se trasladaron a Nazaret fue SOLAMENTE DESPUÉS DE HABER ESTADO REFUGIADOS EN EGIPTO.

En cambio, Lucas dice que vivían en Nazaret, y que tuvieron que ir a Belén para cumplir con las obligaciones del censo promulgado por Quirino. Y que luego, simplemente, regresaron a Nazaret. JAMÁS menciona que hayan tenido que huir a Egipto, y tampoco menciona que hubiera una profecía que decía que el Mesías tenía que ser llamado nazareno.

En este punto, Lucas comete otro error patético: un censo (hoy y en la antigua Roma eran iguales) era para tener el cálculo de cuánta población habita en un territorio. De hecho, Flavio Josefo fue muy específico al aclarar que el Censo de Quirino tenía como objetivo establecer una política de impuestos, y por eso incluso hubo una rebelión armada por parte de judíos nacionalistas.

Entonces, si José y María viven en Nazaret, ¿para qué tenían que censarse en Belén? Eso no tiene sentido. Equivale a decir que en el próximo censo que haya en México, yo tendría que irme a empadronar a la provincia de Veracruz porque allí se conocieron mis papás. Pero yo no vivo en Veracruz, y al gobierno le interesa saber mi ubicación actual. Ese es el objetivo de cualquier censo.

En ningún censo romano del que se tenga conocimiento se le pidió a la población que hicieran algo tan absurdo como trasladarse al lugar de origen de la familia, para censarse allí. Se trata de un absoluto disparate por parte del relato de Lucas.

Entonces, la cruda realidad es que Mateo y Lucas CUENTAN DOS HISTORIAS COMPLETAMENTE DIFERENTES.

En Mateo, la familia vive en Belén y no se tiene que trasladar hacia ningún lado para que nazca el niño, que nace de manera normal (jamás se habla de pesebres o cosas parecidas). Ante un intento de asesinato por parte de Herodes, la familia huye a Egipto, y al regresar optan por irse a Nazaret. Con ello, se cumplen varias profecías.

En cambio, en Lucas la familia vive en Nazaret desde un principio (la anunciación de Gabriel a María ES EN NAZARET, según Lucas 1:26), y sólo van a Belén a causa de una extraña forma de cumplir con el censo de Quirino. Nadie intenta matar al niño, y la familia simplemente se regresa a Nazaret. No se menciona ninguna profecía que se cumpliera con todo este ir y venir.

Supongo que vas a recurrir al más vulgar modo de intentar resolver todas estas contradicciones: el pastiche. Tomar los elementos de un relato y revolverlos con los del otro.

Ese es el remedio MENOS SERIO que puede usarse en la investigación de documentos pretendidamente históricos. Un VERDADERO HISTORIADOR toma los relatos como están, y los analiza tal y como son. Punto. Sin revolturas, sin pastiches.

Pero, claro: es evidente que tú no sabes mucho de Historia. Simplemente, en este breve texto he mencionado un montón de detalles de los que, supongo, tú ni estás enterado.

La conclusión es simple: los evangelios son terriblemente contradictorios en sus narraciones sobre la infancia de Jesús. Por lo tanto, no se pueden usar como fuentes históricas fiables.

Por favor, la próxima vez que quieras abordar un tema HISTÓRICO, estudia.


Autor: Irving Gatell

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